El sistema en cascada consta de dos circuitos de refrigeración separados, en los que se utiliza un refrigerante adecuado según el rango de temperatura. Ambos circuitos se conectan entre sí por un intercambiador de calor indirecto en cascada que actúa como condensador y evaporador.
El circuito de alta temperatura se enfría mediante un condensador de aire y utiliza el intercambiador de calor en cascada como evaporador, mientras que el circuito de baja temperatura genera enfriamiento en el evaporador frío y lo utiliza como condensador. La ventaja del sistema consiste en la posibilidad de utilizar dos tipos de refrigerantes con diferentes presiones de vapor, mientras que la selección del refrigerante apropiado y la distribución de aceite en el sistema de cascada se pueden considerar por separado para cada circuito.
Como intercambiador de calor en cascada, el modelo de placa soldada es ideal debido a su resistencia a los cambios de temperatura y picos de presión. Las diferencias de temperatura muy altas que afectan de forma negativa al propio intercambiador de calor motivan que se recomiende instalar el enfriador antes de la salida en el lado de condensación. El enfriador reduce la temperatura del gas de salida en el lado de la unidad de cascada y utiliza la energía de sobrecalentamiento para producir agua a alta temperatura.
Las tendencias actuales apuestan cada vez más por soluciones respetuosas con el medio ambiente. Los sistemas de refrigeración basados en el CO2 son cada vez más populares. Con el fin de optimizar estos sistemas de refrigeración, se suelen utilizar cascadas de compresor de dos etapas, en las que se usan circuitos de medio de trabajo de la mayor temperatura crítica en la etapa superior.