En el caso de una central eléctrica convencional, el crecimiento de la eficiencia se produce principalmente mediante el aumento de los parámetros de vapor producidos en la caldera y el vapor utilizado para alimentar el conjunto de la turbina.
La eficiencia del sistema también se incrementa mediante el uso de múltiples sobrecalentadores entre etapas y modificaciones de las partes de flujo de las turbinas de vapor. La regeneración de calor, realizada mediante intercambiadores regenerativos, es un tratamiento utilizado para carnotizar el ciclo termodinámico. Permite un aumento significativo de la eficiencia térmica del ciclo real de la central de vapor. En la práctica, consiste en la inclusión de un intercambiador de calor alimentado con vapor de purga de la turbina en el sistema. El calor recibido de la condensación se transfiere al condensado. Una temperatura de condensado más alta reduce la cantidad de combustible necesario para calentar el agua. Debido a la presión del condensado, se distinguen intercambiadores de regeneración de baja presión e intercambiadores de regeneración de alta presión.
El agua de alimentación se calienta primero por condensado del vapor de purga en el calentador I, luego en el calentador II por condensación de este vapor. Detrás del calentador II hay un enfriador de vapor de purga III, en el que el agua de alimentación se calienta a una temperatura ligeramente superior a la temperatura de saturación correspondiente a la presión de vapor de purga.