En el caso de los sistemas de menor potencia, los motores de gas se convierten en una alternativa al carbón.
El bloque básico alimentado con gas consiste en un compresor, una turbina y una cámara de combustión que suelen instalarse en un eje. Con el fin de optimizar el proceso de producción de energía, se utilizan una serie de mejoras, en las que los intercambiadores de calor desempeñan un papel importante. Los gases de escape después de la expansión en la turbina tienen una exergía relativamente grande. La regeneración de calor es una forma de mejorar el rendimiento del sistema. Se realiza calentando el aire antes de mezclarlo con el combustible en la cámara de combustión utilizando los gases de escape de la turbina (Fig. 1). Debido a los altos parámetros de funcionamiento, los intercambiadores utilizados en este tipo de aplicaciones suelen ser de carcasa y tubos.
Otra aplicación de los intercambiadores de calor en las unidades de cogeneración alimentadas con gas es el sistema de refrigeración de la cámara de combustión, es decir, el bloque del motor y del aceite lubricante. Debido a los parámetros relativamente bajos del medio de recepción de calor, los intercambiadores de calor de placas atornillados se utilizan con mayor frecuencia en este caso. Las ventajas de los sistemas de cogeneración basados en motores de combustión interna son la alta eficiencia de la producción de electricidad, el diseño compacto, las bajas emisiones de CO2, una gran variedad de combustibles utilizados (gas natural, GNL, biogás, gases especiales), la posibilidad de generar energía en lugares alejados de la red de transmisión y como fuente de alimentación de emergencia.